– Hoy cerramos nuestra serie de tipos de aeronaves extrapoladas a los RPAS con un artefacto volador propulsado ,que fue el primero que consiguió que un humano se trasladase en el aire de forma autónoma en todas las fases del vuelo:se trata del Dirigible.
El Dirigible es un aerostato ( aeronave más ligera que el aire ) que dispone de mecanismos de control y propulsión, lo que lo hace gobernable en todo momento.
El primer vuelo fue logrado por Henri Giffard en 1852, y voló 27 km en un dirigible propulsado mediante una máquina de vapor.
Posteriormente , en 1883, Gastón Tissandier aplicó el primer propulsor eléctrico a un globo, mediante un motor Siemens de 1,5 caballos de fuerza, en un vuelo no tripulado. ( Como podemos ver, esto de los RPAS/UAV no es exclusivo de nuestra época ).
Los Dirigibles se caracterizan por ser muy suaves en su manejo, y realizando una buena técnica de vuelo pueden estar muchas horas en el aire.
Son idóneos para realizar observación dinámica ( en movimiento), y estática ( en estacionario), pudiendo cubrir grandes superficies, lo que también los capacita para labores de inspección, no solo de superficies, sino también de estructuras muy elevadas donde se necesita mucha autonomía de vuelo, como por ejemplo los rascacielos.
Estos aerostatos se pueden usar como puntos de enlace de transmisión de señales entre puntos geográficos separados por obstáculos naturales, como grandes montañas o coordilleras. De hecho, los globos aerostáticos libres se han usado en la historia como repetidores de señales radioeléctricas, y sería muy factible el usar una malla de Dirigibles para poder trasladar, por ejemplo, la Red de Internet a lugares donde el cable no llega.
Su carga de pago puede llegar a ser considerable, pero la misma estará en proporción con su volumen. A modo de ejemplo un Dirigible RPA de unos 5 metros de longitud puede llevar 2 kg de carga de pago, suficientes si sólo queremos instalar un equipo multisensor:cámaras FLIR, IR, vídeo, multiespectral, etc.
Como desventajas podemos encontrar varias, destacando las limitaciones en componente de viento lateral. Así como su velocidad de traslación, pero ojo , algunos modelos reales alcanzan velocidades de hasta 160 km/h.
Su tamaño es otro de los factores que hay que tener en cuenta, por lo que no podremos operar en lugares donde no haya mucho espacio de maniobra.
Y aunque no tiene tanto mantenimiento como un helicóptero, tendremos que estar realizando operaciones de inflado y desinflado en cada escenario donde vaya a ser desplegado.
Texto: Tomas Fenoll