El uso de drones o vehículos aéreos no tripulados (VANT) en el ámbito laboral se ha incrementado notablemente en los últimos años. Estos dispositivos están demostrando ser una herramienta muy útil en diversos sectores, permitiendo eliminar o reducir la exposición de los trabajadores a determinados riesgos.
Sin embargo, la incorporación de esta tecnología en el mundo del trabajo también puede originar nuevos peligros que deben ser identificados y controlados adecuadamente. En este sentido, es fundamental que las empresas conozcan tanto los requisitos legales en materia de prevención de riesgos laborales como los relacionados con la seguridad aeronáutica.
En este artículo se explica cómo los drones pueden utilizarse de forma preventiva en diferentes actividades laborales, qué riesgos derivados deben gestionarse y qué obligaciones tienen las empresas en cuanto a la normativa de prevención de riesgos laborales y seguridad aérea cuando operan con estos dispositivos.
seguridad en el uso de dronescomo herramienta preventiva en el trabajo
Los drones están demostrando ser muy útiles en diversas actividades al permitir obtener información de zonas de difícil acceso, trabajar a distancia o automatizar procesos, evitando la exposición de los empleados a determinados riesgos.
A continuación, se exponen algunos ejemplos de uso preventivo de drones en distintos sectores:
Agricultura y ganadería: los drones equipados con cámaras multiespectrales permiten obtener imágenes aéreas para monitorizar cultivos, detectar zonas con estrés hídrico o identificar posibles plagas. También pueden emplearse para aplicar de forma localizada productos fitosanitarios, reduciendo la exposición de los trabajadores. En ganadería facilitan la inspección y control del ganado.
Construcción: mediante drones se pueden inspeccionar edificios, especialmente zonas elevadas como cubiertas, sin necesidad de que los trabajadores se expongan a riesgos de caída desde altura. También posibilitan la elaboración de mapas 3D del terreno de alta precisión.
Industria: los drones resultan muy útiles para la inspección de estructuras como antenas, torres de refrigeración o paneles solares en lugares de difícil acceso. Equipados con cámaras termográficas permiten detectar puntos calientes y prevenir averías.
Minería: pueden utilizarse para la toma de muestras del aire en minas subterráneas, evitando la entrada de personas. También para la obtención de mapas 3D y topografías de precisión del interior y el exterior de las explotaciones mineras.
Salvamento: drones con cámaras térmicas y de alta resolución son muy valiosos en labores de búsqueda y rescate, permitiendo localizar más rápido a personas desaparecidas. También posibilitan el envío de suministros de emergencia a lugares de difícil acceso.
Riesgos derivados del uso de drones en el trabajo
Aunque los drones pueden mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, su utilización también puede originar nuevos riesgos que la empresa debe identificar y gestionar adecuadamente.
Algunos de los principales riesgos derivados son:
Cortes y enganches con hélices y partes móviles: durante las tareas de preparación, lanzamiento y recuperación del dron. También por pérdida de control durante el vuelo.
Impactos contra trabajadores u objetos: por una maniobra brusca o errores de pilotaje. Pueden provocar politraumatismos y daños materiales.
Caída de materiales y del propio dron: si se produce un fallo técnico o una pérdida de control, el dron y los elementos que transporte pueden precipitarse, con el consiguiente riesgo de impacto.
Riesgos ergonómicos en el piloto: por mantener posturas forzadas y movimientos repetitivos de muñeca y cuello durante el control del dron. Pueden derivar en trastornos musculoesqueléticos.
Riesgos psicosociales: estrés en el piloto al operar el dron en condiciones meteorológicas adversas o entornos complejos y ansiedad por posibles daños al equipo.
Riesgos propios del entorno de vuelo: como caídas, condiciones meteorológicas adversas, atropellos, etc. tanto para el piloto como para el personal auxiliar.
Riesgo eléctrico por manipulación de baterías.
Riesgo de incendio al cargarse las baterías o por avería.
Para controlar adecuadamente estos y otros riesgos que puedan identificarse, es clave realizar una correcta evaluación de riesgos laborales cuando se incorporan drones a la actividad de la empresa, así como establecer medidas preventivas y un plan de prevención que contemple su uso.
Requisitos legales en materia de prevención de riesgos laborales
Las empresas que utilizan drones en sus actividades deben cumplir con la normativa general de prevención de riesgos laborales y en particular con los siguientes requisitos:
Evaluación de riesgos laborales: antes de comenzar a operar con drones es obligatorio realizar una evaluación de riesgos que contemple tanto los propios del equipo de trabajo como del entorno en el que se utilizará, considerando también los riesgos psicosociales que puedan afectar al piloto.
Formación e información: los pilotos y el personal auxiliar deben recibir una formación teórico-práctica específica sobre el uso seguro de drones, así como información de los riesgos y medidas preventivas adoptadas por la empresa.
Vigilancia de la salud: se deben realizar reconocimientos médicos iniciales y periódicos a los trabajadores que operen los drones, enfocados a los riesgos identificados en la evaluación. Son de carácter voluntario y confidencial.
Coordinación de actividades empresariales: si interviene una empresa externa, debe garantizarse la coordinación e intercambio de información en materia preventiva entre ambas empresas.
Investigación de accidentes: es obligatorio investigar los accidentes laborales que se produzcan por el uso de drones para identificar las causas e implantar las medidas correctoras necesarias.
Plan de prevención y procedimientos de trabajo: deben documentarse los procedimientos e instrucciones para realizar de forma segura las operaciones con drones y recogerse en el plan de prevención los elementos necesarios para la gestión de la prevención en relación a su uso.
Requisitos en materia de seguridad aeronáutica
El uso profesional de drones también está regulado por normas de seguridad aérea, principalmente el Reglamento Delegado 2019/945 y el Reglamento de Ejecución 2019/947 de la UE. Los principales requisitos que deben cumplir los operadores son:
Registro como operador: es obligatorio registrarse como operador de drones en AESA e inscribir en dicho registro todos los drones que se utilicen.
Seguro de responsabilidad civil: antes de cada vuelo es necesario disponer de un seguro que cubra los posibles daños a terceros.
Categorización de las operaciones: según el nivel de riesgo, deben clasificarse como categoría «abierta», «específica» o «certificada». Cada una tiene requisitos y limitaciones distintas.
Formación de pilotos: deben estar adecuadamente formados y obtener un certificado según el tipo de operación.