– Todavía sigo oyendo comentarios acerca del nivel de daño que podría provocar la colisión de un RPA (coloquialmente llamado DRONE) con un avión comercial. Muchos opinan que no pasaría nada, ya que los RPAS son aparatos muy frágiles que colisionarían con la estructura de la aeronave mayor sin causarle grandes daños a la misma.
A aquellos que piensan así hay que señalarles que un FOD ( Foreign Object Damage ) puede ocasionar diversos daños de consideración, máxime cuando estamos hablando de aviación.
En todos los aeropuertos del mundo se siguen programas exhaustivos ante la prevención de FODs, ya que cuando se producen pueden causar daños de gran consideración que pueden llegar a ocasionar la colisión de la aeronave contra el terreno con sus fatales consecuencias.
En las operaciones «Anti-FOD» se cuidan detalladamente aspectos de manipulación de pequeños objetos metálicos:herramientas, tornillería, piezas, etc, y de forma periódica se revisan y limpian las plataformas y pistas, en búsqueda de pequeños objetos.
A modo de ejemplo , de muchos FODs que se han producido con fatales consecuencias, podemos citar el fatal desenlace del Concorde sucedido el 25 de julio del 2000( podéis leer el accidente y sus causas en este enlace https://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_4590_de_Air_France)
Lo más crítico en este tipo de sucesos no es en sí una colisión con un objeto con cualquier parte de la célula de la aeronave, que atendiendo en donde colisionase los daños podrían ser muy cuantiosos y podrían poner en riesgo su seguridad,pero la ingestión por los generadores de gas de un RPA, por muy pequeña que fuese, si que podría poner en un peligro real la seguridad de la aeronave.
Aquí en España un avión de pasajeros tubo que realizar una maniobra evasiva para esquivar hasta tres RPA que se encontraban en su senda de aterrizaje hacia el aeropuerto de Bilbao ( Aquí os dejo la noticia
:http://www.eitb.eus/…/un-avion-esquiva-tres-drones-aterriz…/ ).
Imaginaos que hubiese podido suceder si uno de estos artefactos hubiese sido ingerido por este avión.
Texto: Tomas Fenoll