Para utilizar un RPAS con fines recreativos no hay requisitos, aunque sí hay que conocer las limitaciones de esta actividad. La AESA recuerda que cualquier dron es una aeronave y debe someterse a las normas vigentes. Además de recomendar un seguro a terceros para cubrir posibles daños que cause el dron, la AESA establece las normas que hay que tener en cuenta:
– Siempre hay que tenerlo a la vista y no superar una altura de 120 metros del suelo.
– Volar de día (no de noche si el dron pesa más de 2 kilos.), en condiciones meteorológicas favorables (ni niebla, lluvia o viento) y en zonas adecuadas.
–Tener más de 18 años o contar con la supervisión de un adulto.
– No difundir imágenes de personas o espacios privados sin autorización. Es necesario cumplir la Ley de Protección de Datos, la del Derecho al Honor, Intimidad y Propia Imagen y las restricciones de toma de imágenes aéreas.
– No volar sobre aglomeraciones de edificios ni sobre personas.
– No volar a un mínimo de 8 kilómetros de aeropuertos, aeródromos, etc.
– No volar en espacio aéreo controlado ni donde se realicen vuelos a baja altura (parapente, paracaidismo, planeadores, etc.).
– No poner en peligro a terceros ni molestarles. Esto incluye tanto a personas, animales, como a otras aeronaves.
Los pilotos profesionales necesitan autorización para volar sobre aglomeraciones de edificios o personas, de noche, cerca de aeropuertos o espacios aéreos controlados y no pueden molestar a terceros. El RPA debe llevar fijada a la estructura una placa de identificación ignífuga con los datos del fabricante y del piloto y los datos de contacto de este.
Para conseguir el título de piloto profesional hay que aprobar los certificados teórico y práctico. Además, para trabajar como piloto profesional hay que hacerlo bajo el amparo de una operadora habilitada y contar con un certificado médico de clase aeronáutica.
Dentro de un futuro previsto, los drones servirán, además de para transportar paquetes y personas; para ejecutar obras, vigilar fronteras, prestar servicios de emergencia, como estaciones repetidoras de telecomunicación… Hasta para el entretenimiento, como apoyo a la pirotecnia en un espectáculo musical o implicados en carreras competitivas.
Información a cursos en este enlace: Piloto de dron
«Decidí sacarme el título de piloto profesional de drones porque quería saberlo todo acerca de este mundo, y no porque pensara trabajar con ello, aunque nunca se sabe»
Javier Rodríguez
Artículo: SARA BORONDO